Geminoid Dk, demasiado humano para ser androide
Cada día se
conocen nuevos proyectos de humanoides, que más o menos hacen tareas humanas,
pero este modelo con piel a base de silicona y pelo natural, parece demasiado
para ser un simple robot
Durante
décadas, libros y películas han reflejado la ambición del ser humano de crear
robots a su semejanza que sean capaces de realizar sus labores, pero esto
podría no estar muy lejos de convertirse en una realidad y una prueba de ello
es el androide Geminoid DK.
Hecho a
semejanza del científico danés Henrik Shärfe, este androide, con piel a base de
un componente de silicona y cabello real, es capaz de imitar los gestos de su
“doble”, decir algunas frases y responder a estímulos como la sonrisa
de otra persona.
Androide hiperrealista
Su increíble
parecido a Shärfe, profesor de la Universidad de Aalborg, Dinamarca, ha servido
para algunos experimentos que se acercan a lo increíble, explicó el científico
durante una presentación del robot en Costa Rica.
En una
ocasión, contó Shärfe, dejó al androide sentado al frente de una clase en la
Universidad y no fue hasta en el receso que los estudiantes se dieron cuenta de
que no se trataba del profesor, sino del robot.
El Geminoid
DK es el tercer androide de la gama “hiperrealista”, una invención del
científico japonés Hiroshi Ishiguro que busca acercar al máximo la robótica a
los seres humanos.
“Me han
preguntado por qué crear un robot que se parezca a una persona, y la respuesta
es simple: elcuerpo humano
es lo más fabuloso que hay y, a pesar de la tecnología de punta de hoy, es
increíblemente difícil crear algo tan flexible y un gran reto construir algo
tan parecido”, afirmó Shärfe.
El futuro cercano
El
científico danés aseguró que en algunos años los robots y los humanos
convivirán juntos y es posible que a los androides se les encarguen algunas
tareas cotidianas como cuidar a los niños, cocinar o hasta pilotar un avión.
“En algunos
años tendremos robots caminando por las calles y muchos se parecerán a los
humanos. La ciencia ficción ya se está convirtiendo en realidad”, afirmó.
Pero debe de
resultar extraño mirarse reflejado en un robot. “Es bastante extraño. A veces
entro al laboratorio y por una fracción de segundo pienso ¡qué estoy haciendo
allí! Pero de inmediato recuerdo que es el robot, lo que la mayoría de las
veces resulta genial”, dijo el científico danés.
Pese a lo
impresionante e interesante que puede parecer ese mundo en el que humanos y
robots convivan diariamente, Shärfe reconoció que, al igual que pasa con
cualquier invento tecnológico, suconveniencia dependerá del uso que se le dé,
tomando en cuenta principios éticos y morales.
“Existe un
gran riesgo de que los androides se utilicen para propósitos incorrectos, pero
mi esperanza es que en un futuro trabajemos con androides que sean nuestros
amigos”, declaró el danés.
Complejo Frankenstein
Al contar la
experiencia que ha tenido al mostrar al Geminoid DK, Shärfe admitió que ha
percibido una especie de “complejo de doctor Frankenstein” y que mucha gente
teme que las máquinas se van a apoderar del mundo en un futuro cercano, como lo
ha recreado Hollywood en muchas películas.
El danés
dijo que busca también impulsar a los niños a que den vuelo a su imaginación,
se motiven con el desarrollo tecnológico e intenten sus propios
inventos aunque al principio crean que se trata de “ideas locas”.
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