De la mano de la tecnología crece la educación a distancia
No es un dispositivo particular, un único servicio o una tecnología puntual lo que ha hecho que aumente el número de estudiantes que reciben sus cursos a distancia, sino la suma de una gran cantidad de herramientas que facilitan el proceso de aprendizaje en esta modalidad.
Aumento en la distancia
Un reporte de la Universidad EAN indica que cerca del 10% de los estudiantes de programas universitarios en Colombia adelantan sus estudios en modalidades a distancia.
El reporte advierte que, tanto en países en vías de desarrollo como en el primer mundo, las matrículas de educación virtual y a distancia han visto un incremento sostenido durante los últimos años.
La medida es coherente con la expectativa de que, a lo largo del siglo XXI, la educación a distancia se vuelva cada vez más popular, conforme la tecnología permite establecer vínculos más fuertes entre personas separadas por grandes distancias.
Las ventajas de estar lejos
Es improbable que la educación a distancia reemplace o afecte todas las instancias de la vida académica; los estudiantes siempre necesitarán trabajar en grupos, harán trabajos de campo, y la investigación seguirá tomando lugar en instalaciones apropiadas.
Pero es posible que con los años un mayor porcentaje de los temas, incluso en carreras presenciales, sea dictado a distancia, por las ventajas que esto supone.
Una de ellas es el hecho de que el aprendizaje sucede en el momento y entorno en que el estudiante lo escoja. Otra, quizá más importante, es que la tarea de procesar el material de aprendizaje para convertirlo en conocimiento depende exclusivamente del estudiante.
La tecnología agrega una ventaja extra: conforme pasan los años, incluso los salones de clase se han llenado de dispositivos que mejoran la experiencia de aprendizaje, y en la enseñanza a distancia estas tecnologías son la herramienta principal de trabajo.
Proceso progresivo
El reporte de la Universidad EAN señala que todo el modelo educativo de las universidades está virando hacia un modelo no presencial; procesos que van desde el pago de la matrícula hasta la cancelación de materias, pasando por la entrega de trabajos fuera de clase, se hacen a distancia en las universidades actuales.
Mientras tanto las herramientas tecnológicas didácticas se multiplican y se vuelven más fáciles de manejar. Lo esperable es que, en lugar de experimentar una explosión de carreras virtuales, la educación corriente se desplace naturalmente hacia un modelo menos dependiente de la presencia física.
Sin embargo, es de esperar que este cambio sorprenda menos a las universidades que desde ahora se han interesado por ofrecer excelentes sus cursos a distancia, y por capacitar a todos sus docentes en el uso de las tecnologías que permiten entregar conocimiento con, o sin asistencia.
Un reporte de la Universidad EAN indica que cerca del 10% de los estudiantes de programas universitarios en Colombia adelantan sus estudios en modalidades a distancia.
El reporte advierte que, tanto en países en vías de desarrollo como en el primer mundo, las matrículas de educación virtual y a distancia han visto un incremento sostenido durante los últimos años.
La medida es coherente con la expectativa de que, a lo largo del siglo XXI, la educación a distancia se vuelva cada vez más popular, conforme la tecnología permite establecer vínculos más fuertes entre personas separadas por grandes distancias.
Las ventajas de estar lejos
Es improbable que la educación a distancia reemplace o afecte todas las instancias de la vida académica; los estudiantes siempre necesitarán trabajar en grupos, harán trabajos de campo, y la investigación seguirá tomando lugar en instalaciones apropiadas.
Pero es posible que con los años un mayor porcentaje de los temas, incluso en carreras presenciales, sea dictado a distancia, por las ventajas que esto supone.
Una de ellas es el hecho de que el aprendizaje sucede en el momento y entorno en que el estudiante lo escoja. Otra, quizá más importante, es que la tarea de procesar el material de aprendizaje para convertirlo en conocimiento depende exclusivamente del estudiante.
La tecnología agrega una ventaja extra: conforme pasan los años, incluso los salones de clase se han llenado de dispositivos que mejoran la experiencia de aprendizaje, y en la enseñanza a distancia estas tecnologías son la herramienta principal de trabajo.
Proceso progresivo
El reporte de la Universidad EAN señala que todo el modelo educativo de las universidades está virando hacia un modelo no presencial; procesos que van desde el pago de la matrícula hasta la cancelación de materias, pasando por la entrega de trabajos fuera de clase, se hacen a distancia en las universidades actuales.
Mientras tanto las herramientas tecnológicas didácticas se multiplican y se vuelven más fáciles de manejar. Lo esperable es que, en lugar de experimentar una explosión de carreras virtuales, la educación corriente se desplace naturalmente hacia un modelo menos dependiente de la presencia física.
Sin embargo, es de esperar que este cambio sorprenda menos a las universidades que desde ahora se han interesado por ofrecer excelentes sus cursos a distancia, y por capacitar a todos sus docentes en el uso de las tecnologías que permiten entregar conocimiento con, o sin asistencia.
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